Pasa con mucha frecuencia que se modifica la estructura original del inmueble y se agrega una terraza o habitaciones, anexos, estudios, etc.
Ante esta diferencia que existe entre el Documento de Propiedad y la realidad, lo mejor es colocar en la descripción del inmueble la realidad con la que se va a encontrar el comprador y aclarar en las observaciones lo que dice el Documento de Propiedad.
No es lo mismo comprar 3 habitaciones que dice el documento que 5 habitaciones que tiene en realidad la casa. O que el documento diga que son 300 m² de construcción, pero en realidad son 550 m².
Lo ideal sería que el propietario hiciera una aclaratoria o un título supletorio por las ampliaciones, pero la verdad es que nadie lo hace y tampoco es imprescindible para la venta.
¿Cuánto mide realmente tu casa?